La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, visitó ayer el municipio de Calera y Chozas donde fue recibida por la Corporación Municipal con su alcalde a la cabeza, Gabriel López Colina, así como numerosos vecinos de la localidad que no quisieron perder la oportunidad de saludarla. Tras firmar en el Libro de Honor, Cospedal se dirigió a los vecinos de Calera y Alberche -anejo calerano- así como a otros alcaldes de municipios cercanos a los que agradeció el esfuerzo para conseguir que la región «esté saliendo» de la complicada situación de los últimos años y recordó la reciente ayuda de tres millones de euros para que los ayuntamientos puedan mantener en las mejores condiciones las escuelas infantiles.
Cospedal explicó que «estamos en una época que nos ha tocado hacer más con menos» y destacó las altas cifras de parados que castigan a la comarca de Talavera. No obstante, recordó que durante el último año han sido 14.000 las personas que han encontrado un empleo y que la tendencia, por el momento «está cambiando».
También incidió en la deuda que tenía la región cuando ella accedió al Gobierno, 10.000 millones de euros «que estamos pagando entre todos». En cuanto al déficit, añadió, «hemos pasado de ser los campeones del déficit a que esto pase a la historia y hemos dado ejemplo de que nos sabemos administrar manteniendo lo esencial».
Pero todo ello, subrayó, se ha podido llevar a cabo «gracias al esfuerzo de todos, al esfuerzo conjunto, por el que ahora estamos empezando a ver los frutos y vamos a crecer más el año que viene». Así, se remontó a los primeros años de su Gobierno, cuando las cifras de parados eran «mucho más altas» que las que tiene ahora la región «y cuando acabe la legislatura tendremos más empleo que al principio». Cospedal no dudó en ofrecer un mensaje de optimismo a los presentes, tras explicar que «todo se supera y que estamos demostrando que vamos por el buen camino».
En este sentido, la presidenta de Castilla-La Mancha subrayó los últimos datos que han rebajado en seis puntos la tasa de abandono escolar de la región a la vez que recordó que desde la Junta «estamos trabajando mucho por la educación pública y especialmente por tener en cinco años completa la educación bilingüe en toda la comunidad». «Es el futuro de nuestra región, de nuestra tierra y de nuestros hijos».
Tras estas palabras, Cospedal pidió tranquilidad a los presentes, les indicó que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha «no se desperdicia ni un euro para algo que no sea indispensable, porque el dinero público es de todos y hay que administrarlo con mucho rigor y responsabilidad».
En cuanto al alcalde de Calera, Cospedal ironizó con él asegurando que «a la hora de pedir para su pueblo, parece que le ha hecho la boca un fraile», lo que levantó los aplausos de los presentes. López Colina, por su parte, agradeció la presencia de la presidenta regional en el municipio y la obsequió con una bandeja de cerámica con el escudo del municipio «para que te acuerdes siempre de este pueblo que tanto pide» así como un cómic, un libro y un documental de la experiencia vivida por los vecinos durante la Guerra de la Independencia, en 1809.
Tras salir del Salón de Plenos de Calera, Cospedal visitó la Iglesia de San Pedro Apóstol y se fue caminando hasta la escuela infantil Maestro Antonio Fernández.
En el camino, y junto al primer edil, los concejales, así como la senadora Carmen Riolobos, el subdelegado del Gobiero en la provincia de Toledo, José Julián Gregorio, el consejero de Educación de la Junta Marcial Marín y el presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón, la presidenta saludó a numerosos vecinos que la esperaban en la calle e incluso entró en algunos establecimientos como bares, tiendas y una farmacia para saludar a sus responsables.
Ya en la escuela infantil, la presidenta Cospedal conoció las instalaciones, saludó y conversó con los responsables del centro y conoció a los pequeños que, en diferentes clases, desarrollaban una jornada habitual hasta que hizo su aparición la máxima dirigente regional. Fue entonces cuando muchos de ellos enseñaron sus tareas o los cuentos y juguetes con los que jugaban. Otros, por el contrario, se mostraron mucho más tímidos y prefirieron no decir nada ante todos aquellos desconocidos.
Noticia Extraída de La Tribuna de Talavera.