1.11.2024
Aquí comienza la Vía Verde de la Jara, un recorrido ecológico que aprovecha antiguas líneas ferroviarias en desuso.
Con unos paisajes de gran belleza, unos establecimientos hosteleros de excelente calidad, y mucha, mucha tranquilidad para ofrecerte.
Historia de la línea ferroviaria
Al igual que ocurre con otras líneas férreas, hay que remontarse al General Primo de Rivera y su Ministro de Obras Públicas, el Conde de Guadalhorce, para explicar el origen de este trazado ferroviario. El plan de expansión de líneas de ferrocarril, gestado en 1926, contemplaba la creación de nuevas líneas, creando así una auténtica malla ferroviaria. Esta vía se concibió como unión entre Talavera de la Reina (Toledo) y Villanueva de la Serena (Badajoz), pasando por la monacal villa de Guadalupe (Cáceres), uniendo los valles del Tajo y del Guadiana.
Las obras se iniciaron a buen ritmo a finales de los años veinte del pasado siglo. Legiones de obreros, junto con antiguos campesinos, excavaron los montes vírgenes y elevaron toneladas de hormigón sobre los ríos para tender elegantes y esbeltos viaductos. La guerra y sus miserias cayeron como un mazazo sobre este proyecto. La posguerra, el automóvil y la despoblación de los campos se confabularon contra el proyecto de construcción del ferrocarril.
Sus obras languidecieron hasta que un día alguien se olvidó de ellas. Cuando se abandonaron ya estaba construida toda la explanación, excepto unos 20 Kms. del tramo de Villuercas, con sus estaciones dispuestas a recibir las vías y señales. Incluso se llegó a tender vía desde Villanueva hasta Logrosán, tramo que fue entregado a Renfe y que llegó a disponer de empleados adscritos a la línea, pero hasta esas vías son hoy sólo un recuerdo. ( Texto extraido de la web www.viaverdedelajara.com )