21.11.2024
El templo parroquial de Calera y Chozas está dedicado a San Pedro Apóstol. Es de estilo románico. Tiene una portada renacentista del siglo XVI, en la que sobresale un frontón triangular rematado con bolas. Alguna de sus ventanas, aún intentan dibujar el arco apuntado en el ábside, con sus líneas de medio punto, claro testimonio del gótico tardío, tiempo en el que se construyó.
La parte del presbiterio y la primera planta de la torre están construidas con piedra. El resto se compone de ladrillo y tapiales, lo que hace suponer que en su construcción hemos de contemplar distintos periodos. El periodo inicial, que incluso pudo quedar inacabada, o bien tras la invasión francesa del siglo XIX, fue arrasada y quemada, debiendo reconstruirse en años posteriores. Un ejemplo de esta teoría lo podemos apreciar en la tercera planta de la torre, donde se percibe que inicialmente tenía dos cuerpos, tal como lo demuestra el dibujo de los arcos de las ventanas donde debieron estar colocadas las campanas.
Si nos fijamos bien, encima de la campana mayor que da a la fachada principal, existe una zona tapiada, en forma circular, lo que nos hace suponer, que en su momento debió de ser un reloj. Máxime, si nos detenemos a contemplar la inscripción existente en la pared izquierda exterior, en cuatro trozos de cerámica haciendo referencia a dicho reloj y en los que se refleja claramente 1830.
La iglesia es un templo compuesto de tres naves, más bien angostas, con una capilla lateral en la zona del evangelio, a la que se accede a través de un arco rebajado o campanel, y que está dedicada a Nuestra Señora de la Vega. El templo es rectangular y mide 35 metros de largo por 13 de ancho, incluido el ábside.
El presbiterio se cubre con cúpula de media naranja. La bóveda del crucero está asentada sobre columnas adosadas, rematadas por capiteles de estilo corintio. Las naves laterales están separadas por tres arcos de medio punto. Entre los capiteles, es conveniente destacar uno de ellos por su labra gótica de transición al renacimiento. Algunos fustes son monolíticos, otros aparecen divididos en tambres, todo de granito. El resto del conjunto parroquial lo componen dos capillas laterales de unos 7 por 5 metros, una dedicada al Santísimo Cristo de Calera y Chozas y otra a Nuestra Señora de los Dolores.
Existen, así mismo, dos dependencias, una utilizada como sacristía y la otra como exposición de cuadros, imágenes y objetos religiosos. El coro, con suelo de ladrillo y barandilla de madera, acoge los restos de un antiguo órgano, cuyas trompetas, aunque calladas, siguen apuntando al techo.
Dos pilas para el agua bendita, de granito, con galones y pertenecientes al siglo XV además de la pila bautismal, conforman el patrimonio artístico.